

Por: Redacción
En un contexto marcado por diversas crisis, el municipio de Truncado vuelve a estar en el centro de la polémica tras un nuevo corte de energía eléctrica, que además estuvo acompañado por un evento artístico de gran escala. Sin embargo, las dudas y cuestionamientos sobre las prioridades y el manejo de los recursos públicos siguen creciendo.
El año pasado, el intendente anunció una inversión millonaria de $422 millones provenientes del desembolso de YPF para renovar la iluminación pública con luces LED. Los argumentos oficiales eran reducir el gasto energético y mejorar el servicio para los vecinos. Sin embargo, estos objetivos no se cumplieron: durante ese período, el consumo energético aumentó en un 550%, y se registraron más de 20 cortes de luz en la ciudad. Además, se rumorea que el secretario de servicios públicos, responsable de supervisar estos aspectos, ya no estaría en funciones, ya que no firma informes, solicitares ni decretos, dejando al área sin dirección definida.
Por otro lado, en materia de salud, la situación también es alarmante. Se registró el fallecimiento de una bebé, y la ciudad enfrenta suspensiones de clases debido a problemas edilicios en las escuelas. Los empleados estatales aún esperan el pago del aguinaldo, la única esperanza para poder celebrar, aunque sea mínimamente, el Día del Padre. En este contexto de crisis, sorprende la decisión de realizar un show artístico con un reconocido cantante.
El municipio destinó una suma importante de dinero a la productora encargada del show de Abel Pintos, aún antes de la venta de entradas. La comunidad quiere respuestas y exige rendición de cuentas, ya que esos fondos provienen de recursos públicos.
Se esperaba vender más de 3.000 entradas y realizar el evento en el exterior de la localidad, pero esto no ocurrió. La venta fue escasa y la reacción fue hacer el espectáculo en un recinto cerrado, para esconder la falta de asistencia. Además, se comenzaron a sortear, regalar y vender entradas a través de perfiles falsos o anónimos en diversas plataformas, alcanzando precios que rondaban los \20.000 y \30.000, valores exorbitantes en comparación con los salarios de la ciudadanía, incluyendo el salario de los empleados del programa de remediación ambiental y de los jubilados.
A esto se suma la polémica por la asignación de un puesto en el evento a un funcionario cercano al intendente, en claro enfrentamiento con la transparencia. Mientras tanto, los recursos municipales parecen priorizar eventos y celebraciones a costa del bienestar de la comunidad, que en estos días enfrenta dificultades mucho más acuciantes.
En definitiva, no hay aguinaldo para el personal, la energía continúa cortándose, se han gastado fondos en eventos polémicos y la atención a las instituciones públicas y a las necesidades básicas de la población parece ser una prioridad secundaria. La comunidad se pregunta si las prioridades del gobierno municipal en realidad corresponden a las necesidades reales de los truncadenses, o si solo persiguen otros objetivos.
Aunque los responsables insisten en negar o minimizar estos hechos, la realidad muestra que están cada vez más alejados de la situación y las expectativas de la mayoría. La población exige respuestas y acciones concretas para revertir esta situación de crisis y abandono.