En un reciente hecho que ha generado rechazo en la comunidad, se reporta que una autoridad superior, referida como "el patrón", ordenó a los concejales enviar ciertos proyectos a comisión sin propiciar debate previo. La estrategia busca, según se señala, evitar que la ciudadanía conozca y vea las acciones que se están llevando a cabo.

Se ha informado que la función principal del concejal es regular y controlar las actividades del ejecutivo municipal, pero en esta ocasión, los concejales estarían cumpliendo con una función distinta, enviando a comisión proyectos que en realidad son solicitudes de informes. En dichas comisiones, estos proyectos serían desaprobados, aparentemente con la intención de proteger al ejecutivo y evitar responsabilidades.

Expertos y miembros de la comunidad consideran que esta práctica es totalmente incompatible con las funciones del Concejo y podría acarrear graves consecuencias tanto para los concejales como para el equipo ejecutivo. La situación, aseguran, puede traducirse en sanciones y denuncias que afectarían a todos los involucrados.

La percepción general es que las cosas marchan en dirección negativa para la ciudad. La comunidad expresa su preocupación y lamento por la situación actual, que consideran perjudicial para el bienestar y el desarrollo local.